La selva amazónica cumple un importantísimo rol en nuestro planeta como pulmón verde y hogar de tribus indígenas y de miles de especies únicas de animales y vegetales. En ella viven más del 20% de especies animales y vegetales de la Tierra, además de veinte millones de personas, entre ellos tribus indígenas. A pesar de su importancia, la Amazonia es un territorio frágil que vive en un delicado equilibrio que el hombre se empeña en estropear. Así, por ejemplo, la tierra de la selva no es muy rica en sí, sino que necesita nutrirse de la materia orgánica de las hojas, la fruta o los animales pequeños. Si se tala el bosque, como desgraciadamente está ocurriendo, esa tierra se empobrece rápidamente y es muy difícil que posteriormente vuelva a su estado.
Precisamente eso es lo que está ocurriendo con la tala masiva, guiada por fuertes intereses económicos. La selva amazónica ha sido explotada durante muchos años, pero nunca había alcanzado los niveles actuales. El cultivo de soja se ha convertido en el factor de deforestación más importante. Y en este sentido, Greenpeace acusa a McDonald’s como uno de los máximos responsables de la destrucción de la selva amazónica.
La empresa Cargill, el gigante mundial en la producción de materias primas agrícolas, es la principal cultivadora de soja en el Amazonas. Cargill suministra a McDonald’s la soja que se utiliza en la fabricación de piensos para sus pollos y terneras, como ha demostrado Greenpeace en sus informes sobre la deforestación de la Amazonia. A pesar de que la multinacional de comida rápida defienda en su publicidad que “la conservación de la selva tropical es una prioridad máxima” y que están “comprometidos con el establecimiento y aplicación de prácticas medioambientales responsables”.
Greenpeace explica cómo la soja producida en el Amazonas llega a nuestro país a través de la cadena McDonald’s. El primer paso es habilitar zonas, mediante la tala masiva de árboles, para poder plantar soja. La soja es cosechada y guardada en silos de grano cercanos, a la espera de ser trasladada a los puertos brasileños, donde pondrán rumbo a Europa. La soja amazónica, transportada por la empresa Cargill, llega así a España, donde es utilizada para alimentar a los pollos del Grupo Sada (Nutreco), en Cataluña, con los que se provee McDonald’s. Según los datos de Greenpeace, durante los años 2004 y 2005 más de un millón de toneladas de soja fueron exportadas de puertos amazónicos con destino a Barcelona, Valencia y Cartagena.
Es tal el nivel de deforestación que sufre una de las reservas naturales más importantes de nuestro planeta que muchos expertos advierten que en menos de un siglo podríamos haber acabado prácticamente con ella. Como el profesor universitario Britaldo Silveira SoaresFilho, que advierte que “de mantenerse el nivel actual de expansión agrícola, en 2050 se habrá eliminado el 40% de la selva amazónica, incluyendo al menos dos tercios de la cubierta forestal de seis grandes divisorias hidrográficas y de doce ecorregiones.”
Información extraída de Ecología Verde.